miércoles, 25 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD!!!

Feliz Navidad!!

Tina, Mina y Lina os deseamos unas felices fiestas, que comáis mucho turrón y que os traigan muchas cositas sus Majestades los Reyes Magos

Nosotras le hemos hecho un poco la pelota a Papá Noel y nos ha traído VACACIONES!!!!


Volveremos con nuevas historias en el 2014!!

Que empecéis el año con buen pie y sobre todo con una gran sonrisa!!


Y como no a todo el mundo le gustan estas fiestas... también os dejamos un anti-villancico muy original!!!


Tina, Mina y Lina.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Buongiorno italiani!

Como ya sabéis he estado unos días por la tierra de la pasta, la pizza, la birra... y los helados uuum!! de las termas, el renacimiento y el barroco y la conducción temeraria.
En resumen, pasé el puente en Roma y me dieron mucho de sí. En cuatro días que he estado he visto prácticamente todos los sitios de interés turístico. Así que he pensado que lo mismo os viene bien una guía sencilla, como muchas otras que podéis ver en internet, de Roma en 4 días, o 3 días y medio…
Estaréis pensando que como es posible ver Roma en 3 días y medio… pues sí, es prácticamente imposible porque Roma tiene millones de sitios con encanto y en tres días no te daría tiempo de verlos todos, y menos si quieres visitar todos los museos. Pero cuando se va con ansia de visitar, porque este año Tino (como diría Lina) y yo no habíamos tenido vacaciones, las ganas de ver cosas hay que aplacarlas pateando, o como se diría vulgarmente, quemando suelas.
Pero antes de nada, lo mejor para aprovechar al máximo pocos días de visita es planificar el viaje con antelación. Afortunadamente ahora hay muchísima información en internet. Si me apuras, no hace falta ir a ningún sitio, que con el street view lo puedes ver todo y con gran calidad en los detalles.
Volviendo a la planificación del viaje, nosotros nos hicimos nuestra propia guía de la ciudad, personalizada. Hice una libreta, no tan bonita como las de Mina de la semana pasada, pero también DIY en tamaño reducido, donde apuntamos los horarios a tener en cuenta (vuelos, autobuses, acceso a lugares turísticos), la dirección del hotel, qué ver, por dónde pasear, sitios para comer, tomarse una cerveza o un helado, dónde comprar… un poco de todo. Además a mí me gusta dejar algunas hojas en blanco al final para anécdotas del viaje o el nombre de algún sitio para luego recomendarlo.
Y con la guía en el bolsillo, la batería de la cámara a tope, y los zapatos más cómodos que tenemos, comenzamos nuestro viaje.
Llegamos a Ciampino a las 9:15h de la mañana y nos fuimos directos a la taquilla de los autobuses para coger el primer bus que nos acercara al centro. Salía a las 9:35h así que de la taquilla a la cola… el autobús nunca llegó, y nos tocó esperar hasta el de las 10:00h. Daremos las gracias porque fuimos los dos últimos en entrar… si no habríamos esperado hasta el de las 10:35h…
El viaje es cortito, sobre todo se lo amenizas con la ilusión de los pasajeros que, como nosotros tenían ansia de llegar a destino. En concreto un niño que se pasó los 45 minutos de viaje diciendo Buongiorno italiani!, y Cuándo comemos? Y a quien dedico el título de mi post.
Por fin llegamos a Roma, a la estación de Termini. Nuestro hotel estaba muy cerca, pero decidimos pasar a desayunar antes, para ir cogiendo fuerza. Dos capuchinos y una palmera para dos. En este momento nos dimos cuenta de lo caro que resulta sentarse en un taburete de skay de los 80. Que si me hubiera sentado en un taburete del tiempo de los romanos hasta me hubiera parecido barato, pero el de skay repegado… En definitiva, en Roma está sobrevalorado el accomodati.
Antes de pasar por el hotel visitamos Santa María Mayor, que nos quedaba a  un paso del hotel.
Después de dejar el equipaje en el hotel y coger un mapa de la ciudad, nos fuimos directos al Foro Romano. Si compras la entrada combinada (Foro-Palatino-Coliseo 12€) no tienes que hacer apenas cola.
Menos mal que llevamos audioguía!! Gracias a mi amiga E que tiene de todo y nos las pasó antes de irnos ;)


Si no es difícil enterarse de lo que ves o simplemente hacerse una idea de dónde estás. Excepto en el Coliseo, aquí sí que puedes oír el rugir de las fieras, griterío de las masas y el choque de espadas!! 


  
Por la tarde nos “perdimos” callejeando por el Trastevere. Es un barrio con mucho encanto puestos callejeros de artesanía y muy buen ambientillo. Cenamos por allí en Ivo a Trastevere y mi recomendación son los Gnocchi ragù.
La última visita del día fue para la loba capitolina. 
 Para el segundo día, Tino planificó la ruta para que el paseo nos permitiera ver el máximo de puntos de interés y sin apenas subir una cuesta!!
Piazza della Repubblica, Piazza de Barberini, Trinità dei Monti, Piazza di Spagna Piazza del Popolo, Mausoleo de Augusto…
Si todavía no estáis cansados nos queda por ver el Panteón (con los ojos como platos y la boca abierta me quedé!! ), la piazza Navona (con su Mercadillo Navideño y el carrusel), Campo di Fiori (con más bufandas y paraguas que Fiori), Templo de Adriano (o lo que queda, que además lo han integrado en un edificio moderno… ERROR!!), Area Sacra (o el palacio de los gatos), y por supuestísimo la Fontana di Trevi (tiramos las monedas, por supuesísimo!! Que yo quiero volver!). 


 
Ni que decir tiene que todo este paseo lo hicimos andando, (aunque seguro no fue exactamente en ese orden), y por supuesto con los correspondientes descansos para café, pizza o helado, o todo.








El tercer día lo pasamos prácticamente al otro lado del río. La Ciudad del Vaticano puede ser pequeña pero caray!! Lo que da de sí. Tiene tantísimas cosas de ver que no sé si mis ojos fueron capaces de percatarse de todo… Pero volví a dar gracias a las benditas audioguías!! Aquí, puedes pasarte todo el tiempo que quieras o puedas, pero siempre será poco…
Subimos a la cúpula de la basílica del Vaticano, madre mía que claustrofobia!! Teníamos que ir de uno en uno, subiendo por unas estrechas escaleras y con los techos inclinados, vamos que llegué arriba con un sofoco… Más de 550 escalones! Casi ná! 
El último día, como sólo teníamos una mañana, nos dimos un paseo por las zonas menos céntricas, y por último fuimos a la Bocca de la Verita. Mejor el último día, porque hubiera sido incómodo viajar con una sola mano. Sobre todo cuando en una mano iba la pizza y en la otra la cerveza.
Aunque nuestro viaje llegaba a su fin, las aventuras no… Teníamos comprados los tickets para ir al aeropuerto, pero como a la ida el autobús no salió…así que deprisa y corriendo buscamos un taxi con unos cordobeses mu salaos, y más prisinis que yo, y mira que es difícil. Uno incluso les decía: “quitaros el reloj, el cinturón y yodo lo que pita ya, lo metéis en el abrigo y así pasamos el control rápido!! Y pretendían hacer eso en el taxi… o mejor dicho, en un taxi en Roma!!! Donde los semáforos se consideran luces navideñas permanentes y la línea continua es meramente orientativa… Pobres ilusos… Sorprendentemente llegamos a nuestro destino
Y una semana después sigo con tal morriña de vacaciones…
Me voy a echar un euromillón a ver si el próximo viaje lo hago sin fecha de retorno!!

Tina.





 

viernes, 13 de diciembre de 2013

Pasándolo como niños!!


Con cierto jet-lag-post-puente, aquí vengo yo con un nuevo post. Espero que me perdonéis el retraso, que en mí son habituales, pero no  pasa nada, se lee igual!! Y espero que luego os animéis a ponerlo en práctica!!!

No sé si a vosotr@s os pasa, pero yo estoy sufriendo (y no sé si tiene algo que ver con mi edad biológica, ya estamos otra vez con los dichosos venti-todos inevitablemente…, o con el boom en las redes sociales), el resurgir de mi vena creativa y mis ganas de hacer manualidades como en mi tierna infancia, que ahora conocemos de forma cool con las siglas “d.i.y. (do it yourself).

Y es que, debido a que he llegado a un punto en el que ya he acumulado demasiado detodo en casa y voy a llegar en breve al punto de saturación, me he dispuesto a recolocar todo, armarios, estanterías, cajones, etc… pero no he sido capaz de tirar casi nada, me da mucha pena!! Así que, seguramente influenciada subliminalmente por lo que llevo viendo desde hace ya tiempo en internet, he empezado a cavilar ideas para reutilizar algunas de mis cosas. Bueno, he de decir que aquí la que siempre ha sido una manitas, y de la que llevo años aprendiendo y asombrándome con las cosas tan superchulísimas que hace con casi cualquier material reutilizado, es nuestra amiga Tina!! Pero bueno, el caso es que yo he empezado a hacer mis pinitos, y estoy encantada!! La verdad es que hacer este tipo de actividades te desestresa, te entretiene un montón en estos días de frío y lluvia que no apetece salir de casa, y cuando terminas la “obra”, a pesar de que las primeras pueden quedar un poco churro…, te sientes súper satisfecha. Vamos, que lo pasas como cuando eras un niñ@!!

Pues esta es mi idea de hoy, sencillas encuadernaciones, que son muy agradecidas, porque visualmente son muy bonitas, pero en realidad son muy fáciles de hacer! Lo mejor es intentar reutilizar materiales que tengáis por casa y que estuviesen por ahí muertos de la risa, pero siempre se pueden comprar cosas monísimas por mil tiendas y sobre todo online.

Si tenéis cuadernos viejos que nunca habéis terminado, por ejemplo, es el momento de coger sus hojas y arrancarlas. Con ellas, o si no, comprando un paquete de folios (con reciclados a mi me parece que queda más sofisticado), vamos a confeccionar nuevas libretas o cuadernos.

El tamaño que hagáis depende de vuestro gusto. Yo os voy a dar unas medidas que a mí me han resultado apropiadas, de un A5 y estrecha, o sea, medio folio, pero podéis hallar las proporcionales, para el tamaño y grosor que deseéis, si es mayor, para un A4, A3, o menor, un A6, o menos incluso. Obviamente, el tamaño de las pastas siempre será un poco mayor que el de las hojas que contendrá; más que nada, para que éstas se estropeen menos, pero también podéis modificar esto a vuestro gusto.

Comienzo cogiendo un taco de hojas del tipo y tamaño elegido. La hojas del interior podéis cortarlas a mano y dejarlas igualadas con la medida que se necesite, o podéis ir a una papelería y pedir que os las corten con la guillotina (muchísimo menos trabajo, jejejeje). Si compráis el paquete de folios, pedidles directamente que os lo den cortado en el momento y ya os lo lleváis. Una buena idea es cortar los de A4 por la mitad (A5), y a su vez, una de las mitades cortarla por la mitad (A6), y así tendréis hojas de dos tamaños distintos para dos cuadernos/libretas de tamaño diferente.

Antes de nada, os diré que la superficie sobre la que vayáis a realizar esto, la tapéis con, por ejemplo, varias capas de papel de periódico por si las moscas… que luego vienen los disgustos…

Cogéis un taco de hojas, en este caso, de grosor 7-8mm y las pegáis con cola, por uno de los lomos horizontales del taco. Para que sea más fácil y no se muevan las hojas del taco, las podemos sujetar con pinzas, y así, al estar comprimidas, ayudamos a que quede mejor pegado. La cola que utilizo, es blanca de uso escolar, que podéis comprar en cualquier librería o tienda de-todo. Es blanca al aplicarla pero cuando seca, queda transparente. Podéis echarla en un vaso de plástico, o en una botella cortada, porque lo más fácil es cogerla de ahí con un pincel duro, de grosor similar al lomo, y aplicarla con cuidado. Tenemos que dejarlo secar unas 3-4h…

Una vez que veamos que el taco está pegado y seco, se le hacen en el lomo encolado, unos 6 cortes oblicuos (/), en una dirección y en la contraria, con un cuchillo de sierra o una sierra de manualidades (¡cuidado que es fácil que se escape y cortarte un poco!!!), del grosor adecuado para que quepa un hilo de bramante (el hilo que se ha usado para embutir los chorizos toda la vida…), unos 2mm. Es un poco duro de serrar pero con paciencia se acaba haciendo el surco!

Cortamos 6 trozos del hilo de unos 2,5cm, que vamos a colocar en cada uno de los surcos que hemos hecho en el lomo, y volvemos a echarles cola por encima. Una vez seco, cortamos el hilo sobrante por los laterales de cada uno de los 6, hasta dejarlos al ras del grosor del taco.

Opcional es el siguiente paso, pero queda más profesional. Cortamos dos trozos de tela (a poder ser, hay que buscar lazo o tela con pespunte en el borde como el que vemos en las encuadernaciones “buenas” de libros), del grosor del taco, y de longitud 2cm aprox., y lo pegamos sobre el lomo encolado del taco, desde ambos bordes hacia el medio, justo dejando el bordado o pespunte sobresaliendo 1-2mm nada más hacia fuera. Además como adorno, podemos pegar un lazo de grosor inferior a 5mm, sobre el lomo. Pegamos unos 3cm hasta el borde superior del taco, y de una longitud de unos 25cm que queda suelta, de tal forma que luego quedará como marcapáginas, sobresaliendo entre las hojas por la parte inferior del taco.

Ahora seguimos con la parte de las pastas. (Se puede ir haciendo mientras vamos esperando los tiempos de secado del taco de hojas y así ganamos tiempo). Recortamos en cartón duro para las portadas (los de los coleccionables y revistas de los kioskos vienen de maravilla!!), dos rectángulos de 22x15,5cm. Y recortamos también en cartón, por ejemplo de una caja de cereales, otro pequeño rectángulo de 22cm x 8mm.

Ahora llega la parte crucial, que es elegir los papeles bonitos y estupendos que van a adornar nuestro cuaderno. Podéis elegir papeles de muchos tipos, pero os recomiendo que sean resistentes, no demasiado finos (incluso telas podrían usarse, aunque yo no he probado y la cola igual debería de ser para uso textil en este caso). Si tenéis la suerte de poder conseguirlos, son ideales los de los muestrarios de papel pintado para decorar paredes. Si no tenéis esa suerte, podéis encontrar papeles de diversas texturas y estampados de papelerías.

Para el lomo, coged un papel grueso y resistente en cuyo reverso debéis marcar la siguiente figura, marcando todas las líneas, con las medidas que yo he utilizado:

Y además, recortamos dos bonitos papeles (pueden ser algo menos resistentes que el papel del lomo, e iguales o diferentes, al gusto del autor) que serán nuestras portadas, cuyas medidas sean 14,5 x 26cm.

Comenzamos a montar las tapas. Sobre el papel grueso que será el lomo, vamos a ir pegando las distintas partes recortadas, siguiendo las líneas de la figura que hemos dibujado. Pegamos los rectángulos de cartón duro sobre los rectángulos de 3x22cm, ajustándolos a las líneas. Sobre el rectángulo de 8mm x 22cm, pegamos el que hicimos con la caja de cereales. Por tanto, nos quedan libres a ambos lados, dos rectángulos de 4mm x 22cm, que será por donde doblen la portada del haz y del envés.

Cuando esté seco, por el otro lado que será el exterior o pastas del cuaderno, pegamos, montando un par de mm sobre el papel del lomo, los papeles elegidos para decorar las portadas. Para ello se puede utilizar un pincel algo más grueso que el del lomo y así cubrir más rápido, pero hay que extender muy bien la cola para que no queden grumos. Una vez seco, hacemos las dobleces hacia dentro, tanto con el papel de las portadas como con el del lomo, y dejando las esquinas con un remate curioso (como envolviendo los regalos), lo pegamos por dentro a los cartones.

Teniendo seco ya el taco de hojas, lo pegamos a las pastas que también deben estar secas. Aplicamos abundante cola y pegamos el taco sobre el rectángulo central de cartón de la caja de cereales, apretando bien y sujetándolo un poco. Cerramos con cuidado las pastas como se cierra un cuaderno al uso, y así, lo sujetamos con pinzas para presionar, dejándolo que seque otro par de horas.
 


Pasado ésto, y viendo que efectivamente esté bien seco, para que quede curioso, podemos coger un folio (eligiendo uno cuyo color combine con las pastas a nuestro gusto) y lo pegamos por dentro de las pastas para ocultar debajo los remates de los papeles que hemos pegado como lomo y portadas. Para ello doblamos dos folios A4 por la mitad (uno para la portada delantera y otro para la de atrás) y encolamos una de las mitades totalmente, y sin dejar grumos, y 1cm o así, hacia la derecha de la doblez, y lo pegamos sobre el reverso de la pasta y 1cm sobre la primera y última hoja del taco, respectivamente. Por último volvemos a dejarlo secar con las pinzas puestas, y después de unas horas, voilá! Ya tenemos nuestro cuaderno terminado requetebonito y a poder ser con materiales reutilizados!!!

 

Aquí os muestro también otra libreta pequeña A6 que he hecho, simplemente encolando un lomo de los cortos del taco, de 1cm de grosor, pegándole un cartón duro del mismo tamaño que las hojas por detrás, y pegándole de tapa, un papel grueso reciclado desde atrás hacia delante, de ancho igual que el del taco de hojas, pero de longitud 4cm superior. Luego lo podéis decorar como queráis. Yo elegí hacer un cosido a la vista de un palito que encontré por la acera, con el hilo de bramante. Y los agujeros para pasar las puntadas los hice atravesando la libreta con una punta y un martillo sobre una tabla de cortar de madera (¡con mucho cuidado!) Luego le añadí una hoja seca de un árbol de la calle (podéis hacer figuras con papeles, telas, botones, abalorios, ¡lo que se os ocurra!! y se lo pegáis a la portada…) y listo!!



 No me digáis que no queda bonito y hay posibilidades infinitas! Sobre todo para hacer regalos de forma económica, y con las Navidades a la vuelta de la esquina… Ya os podéis poner a ello en un par de ratos libres que tengáis!!

Mina.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Pues sí

¿¿Feliz o no feliz Navidad??

Pues si, como decía Tina…Ya es navidad.

Pero ¿otra vez? ¿En serio? Es cosa mía o ¿cada vez llega antes? Será que va a ser verdad eso que con los años el tiempo corre más rápido.

Normalmente a la gente le gusta la navidad, las luces, poner el árbol, los adornos, el belén...y todo eso que conlleva estas fechas. Pero, ¿qué pasa con el resto de la gente? A esa parte a la navidad no les entusiasma o mucho peor, a la gente que le resultan unas fechas nada agradables?

Parece que en este mes todo el mundo tiene q ser feliz, todo el mundo deseándote buenos deseos, eso  de febrero a Noviembre: que te den por saco. No sería mejor desear a la gente buenos deseos cuando más lo necesiten? Creo que la gente valora más que se lo digan el día que quieren oírloy no el 23 de diciembre, sobre todo porque ese día ni te lo crees…

A mí la verdad es que no me entusiasma la navidad, pero intento ver las cosas positivas que puede aportarnos esta época del año. Con los años estoy ganando en años ypositividad, y eso se agradece porque la vida es másllevadera.

No estoy criticando la gente que adora la navidad. Me encantaría en cierto modo disfrutar de ella como ellos, pero en serio, que yo voy a Cortylandia o a ver las luces de la calle preciados, y ni frio ni calor. Y no es porque odie la navidad, es porque en parte no tengo espíritu navideño, pero respeto mucho a quien si lo tiene, pero es cierto que entiendo que haya gente que pasaría de un plumazo el mes de enero.

Si a vosotros tampoco os atrae mucho esta época del año, hacer una lista con las cosas que os disgustan menos o incluso os pueden gustar, y centraros en esos puntos, y así la navidad se os hará más amena. Es como cuando suena el despertador y no quieres salir de la cama porque no quieres ir a trabajar, o a buscar trabajo o a lo que sea…tienes que pensar en la cosa o cosas buenas que te esperan ese día. Una cena, un café con un amigo, la conversación en el whassap con tus amigas locas, unos zapatos nuevos, o simplemente el sol o la lluvia…si piensas en positivo desde por la mañana, seguro que el dia será mejor. Pues con la navidad igual. Mi listado de cosas que me encantan de esta época del año podría ser algo como:

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Algún día de vacaciones. Este año este punto iba a ser un punto fuerte en el listado, ya que iba a volver al cole y disfrutar del mismo periodo de vacaciones que cuando estaba en el. Pero ha habido un incidente con un querido compañero (con el que por muchos intentos de listas positivas, de verdad que no le encuentro ningún punto a favor) y a lo peor la primera semana me la estropean…

 

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Las cañas de nochebuena: he de reconocer que en los últimos años no han estado tan bien como en otras épocas, pero es un día de risas, cerveza, reencuentros…hay gente a la que solo veo esa tarde, y siempre hace ilusión ver a gente de toda la vida.

 

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El regalo: en mi casa no son mucho de hacer regalos, y mi novio ha salido parecido, así que hace ya algún tiempo, en que por estas fechas me doy un capricho. Me encanta ponerme a pensar qué. Casi me gusta más eso que cómpralo después…

 

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La cara de emoción y de ilusión de los niños o de los padres que esperan a sus hijos por esas fechas.

 

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La comida: porque le puedes pedir a tu madre que te haga algo especial, y como es navidad ni se lo pensará…claro que esto tiene el inconveniente que luego sobrara de todo y pululara durante una semana por la cocina, salvo la bandeja de los dulces, que puede permanecer incluso semanas…

 

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Y una super especial que ocurre por primera vez (es bueno meter novedades de vez en cuando) es que este año el día de año nuevo, tendré una vestimenta un poco rara para esta época: BIKINI! Y es q este año despediré el año en Las Palmas! Y aunque el agua este fría, pienso bañarme! También va a ser especial, porque es la primera nochevieja que voy a pasar con Lino!

 

 

 

 

Sé que a veces por muchas listas que se hagan, la vida puede darte un revés y hacerte cambiar de parecer e incluso quitarte las ganas de todo, pero hasta que eso llegue, tenemos que disfutar, incluso en navidad….

Acordaos del anuncio del año pasado de Freixenet y no os olvidéis que:

                          “La vida es para celebrarla”

  

 Lina.