Últimamente, por circunstancias de la vida, me veo
rodeada de una “corriente Vegetariana”. Amigos y conocidos con
diferentes convicciones pero con algo en común, la ausencia de carne en sus
dietas. Hasta que no los conocí no me había planteado lo difícil que es ser vegetariano en España. En cambio si
buscas un restaurante especializado en carnes a la parrilla… no sabrías por dónde
empezar!
Pero cuáles son las motivaciones de la gente para ser
vegetariano? Porque si preguntas, cada uno te dirá una cosa. Están en contra de
la matanza indiscriminada de animales, intentan reducir nuestra huella en el
planeta, rechazan el maltrato animal. En definitiva, siguen sus creencias.
Algunos diréis, “pues porque ellos no coman no va a dejar
a haber mataderos”, pues no, pero porque yo no crea en Dios va a dejar de haber
iglesias…
Así que desde aquí rompo una lanza a favor de los
vegetarianos y/o veganos. Y como no todos los vegetarianos son iguales, aquí os
explico las diferentes corrientes vegetarianas.
Pero esto no es todo! También encontramos veganos, crudivegetariano,
crudiveganos. A ver si os creíais que esto iba a ser sencillo…
El Vegano no
consume sustancias de origen animal, ni utiliza materiales de origen animal, ni
acude a espectáculos con animales (circo, corridas de toros o parques
acuáticos); además están totalmente en contra de la experimentación con
animales.
El Crudivegetariano
solo se alimenta de productos crudos o ligeramente tibios, nunca calentados ni
cocinados por encima de 47ºC.
Y el Crudivegano
es la mezcla de crudívoro y vegano.
Visto desde fuera, desde la perspectiva de omnívoro,
entiendo que el ser vegetariano es un estilo de vida. Como el que solo consume
productos ecológicos, o materiales reciclados. Y entiendo más estás corrientes
alimenticias que a aquellas personas tiquismiquis que no comen pescado porque
tiene espinas o que no comen verdura porque es verde.
He de reconocer que cuando era pequeña no me gustaba nada
la verdura… bueno, no todas, los guisantes y demás legumbres me encantaban, al
igual que ahora. Pero espinacas, berenjenas, tomates…y ni hablar de los
purés!!! Y eso que en casa, en el cole y en la tv nos intentaban acercar por
todos los medios a la verdura…
Somos blancos,
somos verdes, somos negros y amarillos…
Cómo olvidar la canción de cabecera de Los
Fruitis!! Qué recuerdos! Comiendo
bocadillos de Nocilla y viendo Los Mundos de Yupi sentados debajo de la mesa
camilla (como si fuera nuestra nave espacial).
De pequeños aprendimos a apreciar a los vegetales gracias
a Gazpacho, Mochilo y Pincho. Y amar
a los animales gracias, entre otros, a Koki,
Tonto, Lupo y Burlón, Los Trotamúsicos.
Porque cuando eres pequeño no eres consciente de que las
chuletillas de cordero que tanto te gustan salen de Norit… Pero cuando eres mayor sí. Sabes de dónde vienen las
chuletillas, las paletas, los solomillos, el lomo, el jamón…
Ves estas caritas…
Y es entonces cuando te planteas si la necesidad de comer
carne es tan real como nos han hecho creer, o si verdaderamente ser vegetariano
no es algo tan descabellado. Pero piensas en el jamón ibérico recién cortadito…
con un poquito de pan y una cervecita y uuumm
Ojos que no ven,
corazón que no siente!
Qué difícil es ser vegetariano…
Aunque actualmente la conciencia ecológica está cada vez
más presente en nuestros supermercados. Podemos encontrar una sección de
productos cultivados en huertos ecológicos, o incluso huevos de avicultura
ecológica. Pero lo más sano y mejor sigue siendo el huerto tradicional. En casi
todas las ciudades podemos encontrar algún “grupo de consumo agroecológico”
donde puedes comprar frutas y hortalizas de temporada, con toda garantía de que
comprar un producto de excelente calidad y sabor, cultivado con mimo y esmero.
Pero si de verdad queréis comer productos cultivados con
esmero, nada mejor que si los cultiváis vosotros mismos. Y ahora me diréis que
no tenéis tiempo, que es complicado, que dónde lo hacéis…
Pues las chicas de Flores en tu ensalada os lo ponen bien fácil. Te ofrecen kits de cultivo para que veas crecer a tus lechugas. Además de kits de germinación para que
complementes tus ensaladas. Es una forma fácil y sencilla de saber qué comemos
y de esta manera empezar a entender qué es eso de la conciencia ecológica.
Yo ya tengo preparado un rinconcito en la terraza para
sembrar zanahorias, cebollas, tomates, ajos y lechugas esta primavera. Ahora
no, que hace mucho frío y aunque esté acristalado no creo que llegue a salir
nada. Pero ya os iré contando.
Por el momento hacerme vegetariana no entra en mis
planes, pero sí puedo decir que estoy totalmente en contra del maltrato animal,
que los animales están para darnos compañía y alegrías, y no deberían tratarse
como mera mercancía. Y esto no es que sea un pensamiento de madurez de mis 30…
Pero en los nuevos 20 intentemos que nuestra huella sea pequeña, pero con mucho
eco!!
Tina.