viernes, 13 de diciembre de 2013

Pasándolo como niños!!


Con cierto jet-lag-post-puente, aquí vengo yo con un nuevo post. Espero que me perdonéis el retraso, que en mí son habituales, pero no  pasa nada, se lee igual!! Y espero que luego os animéis a ponerlo en práctica!!!

No sé si a vosotr@s os pasa, pero yo estoy sufriendo (y no sé si tiene algo que ver con mi edad biológica, ya estamos otra vez con los dichosos venti-todos inevitablemente…, o con el boom en las redes sociales), el resurgir de mi vena creativa y mis ganas de hacer manualidades como en mi tierna infancia, que ahora conocemos de forma cool con las siglas “d.i.y. (do it yourself).

Y es que, debido a que he llegado a un punto en el que ya he acumulado demasiado detodo en casa y voy a llegar en breve al punto de saturación, me he dispuesto a recolocar todo, armarios, estanterías, cajones, etc… pero no he sido capaz de tirar casi nada, me da mucha pena!! Así que, seguramente influenciada subliminalmente por lo que llevo viendo desde hace ya tiempo en internet, he empezado a cavilar ideas para reutilizar algunas de mis cosas. Bueno, he de decir que aquí la que siempre ha sido una manitas, y de la que llevo años aprendiendo y asombrándome con las cosas tan superchulísimas que hace con casi cualquier material reutilizado, es nuestra amiga Tina!! Pero bueno, el caso es que yo he empezado a hacer mis pinitos, y estoy encantada!! La verdad es que hacer este tipo de actividades te desestresa, te entretiene un montón en estos días de frío y lluvia que no apetece salir de casa, y cuando terminas la “obra”, a pesar de que las primeras pueden quedar un poco churro…, te sientes súper satisfecha. Vamos, que lo pasas como cuando eras un niñ@!!

Pues esta es mi idea de hoy, sencillas encuadernaciones, que son muy agradecidas, porque visualmente son muy bonitas, pero en realidad son muy fáciles de hacer! Lo mejor es intentar reutilizar materiales que tengáis por casa y que estuviesen por ahí muertos de la risa, pero siempre se pueden comprar cosas monísimas por mil tiendas y sobre todo online.

Si tenéis cuadernos viejos que nunca habéis terminado, por ejemplo, es el momento de coger sus hojas y arrancarlas. Con ellas, o si no, comprando un paquete de folios (con reciclados a mi me parece que queda más sofisticado), vamos a confeccionar nuevas libretas o cuadernos.

El tamaño que hagáis depende de vuestro gusto. Yo os voy a dar unas medidas que a mí me han resultado apropiadas, de un A5 y estrecha, o sea, medio folio, pero podéis hallar las proporcionales, para el tamaño y grosor que deseéis, si es mayor, para un A4, A3, o menor, un A6, o menos incluso. Obviamente, el tamaño de las pastas siempre será un poco mayor que el de las hojas que contendrá; más que nada, para que éstas se estropeen menos, pero también podéis modificar esto a vuestro gusto.

Comienzo cogiendo un taco de hojas del tipo y tamaño elegido. La hojas del interior podéis cortarlas a mano y dejarlas igualadas con la medida que se necesite, o podéis ir a una papelería y pedir que os las corten con la guillotina (muchísimo menos trabajo, jejejeje). Si compráis el paquete de folios, pedidles directamente que os lo den cortado en el momento y ya os lo lleváis. Una buena idea es cortar los de A4 por la mitad (A5), y a su vez, una de las mitades cortarla por la mitad (A6), y así tendréis hojas de dos tamaños distintos para dos cuadernos/libretas de tamaño diferente.

Antes de nada, os diré que la superficie sobre la que vayáis a realizar esto, la tapéis con, por ejemplo, varias capas de papel de periódico por si las moscas… que luego vienen los disgustos…

Cogéis un taco de hojas, en este caso, de grosor 7-8mm y las pegáis con cola, por uno de los lomos horizontales del taco. Para que sea más fácil y no se muevan las hojas del taco, las podemos sujetar con pinzas, y así, al estar comprimidas, ayudamos a que quede mejor pegado. La cola que utilizo, es blanca de uso escolar, que podéis comprar en cualquier librería o tienda de-todo. Es blanca al aplicarla pero cuando seca, queda transparente. Podéis echarla en un vaso de plástico, o en una botella cortada, porque lo más fácil es cogerla de ahí con un pincel duro, de grosor similar al lomo, y aplicarla con cuidado. Tenemos que dejarlo secar unas 3-4h…

Una vez que veamos que el taco está pegado y seco, se le hacen en el lomo encolado, unos 6 cortes oblicuos (/), en una dirección y en la contraria, con un cuchillo de sierra o una sierra de manualidades (¡cuidado que es fácil que se escape y cortarte un poco!!!), del grosor adecuado para que quepa un hilo de bramante (el hilo que se ha usado para embutir los chorizos toda la vida…), unos 2mm. Es un poco duro de serrar pero con paciencia se acaba haciendo el surco!

Cortamos 6 trozos del hilo de unos 2,5cm, que vamos a colocar en cada uno de los surcos que hemos hecho en el lomo, y volvemos a echarles cola por encima. Una vez seco, cortamos el hilo sobrante por los laterales de cada uno de los 6, hasta dejarlos al ras del grosor del taco.

Opcional es el siguiente paso, pero queda más profesional. Cortamos dos trozos de tela (a poder ser, hay que buscar lazo o tela con pespunte en el borde como el que vemos en las encuadernaciones “buenas” de libros), del grosor del taco, y de longitud 2cm aprox., y lo pegamos sobre el lomo encolado del taco, desde ambos bordes hacia el medio, justo dejando el bordado o pespunte sobresaliendo 1-2mm nada más hacia fuera. Además como adorno, podemos pegar un lazo de grosor inferior a 5mm, sobre el lomo. Pegamos unos 3cm hasta el borde superior del taco, y de una longitud de unos 25cm que queda suelta, de tal forma que luego quedará como marcapáginas, sobresaliendo entre las hojas por la parte inferior del taco.

Ahora seguimos con la parte de las pastas. (Se puede ir haciendo mientras vamos esperando los tiempos de secado del taco de hojas y así ganamos tiempo). Recortamos en cartón duro para las portadas (los de los coleccionables y revistas de los kioskos vienen de maravilla!!), dos rectángulos de 22x15,5cm. Y recortamos también en cartón, por ejemplo de una caja de cereales, otro pequeño rectángulo de 22cm x 8mm.

Ahora llega la parte crucial, que es elegir los papeles bonitos y estupendos que van a adornar nuestro cuaderno. Podéis elegir papeles de muchos tipos, pero os recomiendo que sean resistentes, no demasiado finos (incluso telas podrían usarse, aunque yo no he probado y la cola igual debería de ser para uso textil en este caso). Si tenéis la suerte de poder conseguirlos, son ideales los de los muestrarios de papel pintado para decorar paredes. Si no tenéis esa suerte, podéis encontrar papeles de diversas texturas y estampados de papelerías.

Para el lomo, coged un papel grueso y resistente en cuyo reverso debéis marcar la siguiente figura, marcando todas las líneas, con las medidas que yo he utilizado:

Y además, recortamos dos bonitos papeles (pueden ser algo menos resistentes que el papel del lomo, e iguales o diferentes, al gusto del autor) que serán nuestras portadas, cuyas medidas sean 14,5 x 26cm.

Comenzamos a montar las tapas. Sobre el papel grueso que será el lomo, vamos a ir pegando las distintas partes recortadas, siguiendo las líneas de la figura que hemos dibujado. Pegamos los rectángulos de cartón duro sobre los rectángulos de 3x22cm, ajustándolos a las líneas. Sobre el rectángulo de 8mm x 22cm, pegamos el que hicimos con la caja de cereales. Por tanto, nos quedan libres a ambos lados, dos rectángulos de 4mm x 22cm, que será por donde doblen la portada del haz y del envés.

Cuando esté seco, por el otro lado que será el exterior o pastas del cuaderno, pegamos, montando un par de mm sobre el papel del lomo, los papeles elegidos para decorar las portadas. Para ello se puede utilizar un pincel algo más grueso que el del lomo y así cubrir más rápido, pero hay que extender muy bien la cola para que no queden grumos. Una vez seco, hacemos las dobleces hacia dentro, tanto con el papel de las portadas como con el del lomo, y dejando las esquinas con un remate curioso (como envolviendo los regalos), lo pegamos por dentro a los cartones.

Teniendo seco ya el taco de hojas, lo pegamos a las pastas que también deben estar secas. Aplicamos abundante cola y pegamos el taco sobre el rectángulo central de cartón de la caja de cereales, apretando bien y sujetándolo un poco. Cerramos con cuidado las pastas como se cierra un cuaderno al uso, y así, lo sujetamos con pinzas para presionar, dejándolo que seque otro par de horas.
 


Pasado ésto, y viendo que efectivamente esté bien seco, para que quede curioso, podemos coger un folio (eligiendo uno cuyo color combine con las pastas a nuestro gusto) y lo pegamos por dentro de las pastas para ocultar debajo los remates de los papeles que hemos pegado como lomo y portadas. Para ello doblamos dos folios A4 por la mitad (uno para la portada delantera y otro para la de atrás) y encolamos una de las mitades totalmente, y sin dejar grumos, y 1cm o así, hacia la derecha de la doblez, y lo pegamos sobre el reverso de la pasta y 1cm sobre la primera y última hoja del taco, respectivamente. Por último volvemos a dejarlo secar con las pinzas puestas, y después de unas horas, voilá! Ya tenemos nuestro cuaderno terminado requetebonito y a poder ser con materiales reutilizados!!!

 

Aquí os muestro también otra libreta pequeña A6 que he hecho, simplemente encolando un lomo de los cortos del taco, de 1cm de grosor, pegándole un cartón duro del mismo tamaño que las hojas por detrás, y pegándole de tapa, un papel grueso reciclado desde atrás hacia delante, de ancho igual que el del taco de hojas, pero de longitud 4cm superior. Luego lo podéis decorar como queráis. Yo elegí hacer un cosido a la vista de un palito que encontré por la acera, con el hilo de bramante. Y los agujeros para pasar las puntadas los hice atravesando la libreta con una punta y un martillo sobre una tabla de cortar de madera (¡con mucho cuidado!) Luego le añadí una hoja seca de un árbol de la calle (podéis hacer figuras con papeles, telas, botones, abalorios, ¡lo que se os ocurra!! y se lo pegáis a la portada…) y listo!!



 No me digáis que no queda bonito y hay posibilidades infinitas! Sobre todo para hacer regalos de forma económica, y con las Navidades a la vuelta de la esquina… Ya os podéis poner a ello en un par de ratos libres que tengáis!!

Mina.