A quién no le ha preguntado su abuela o su tía: qué, tú no te casas? Venga que ya tienes edad! Y es que si nos comparamos con nuestros padres no es que tengamos ya la edad, es que estamos a punto de que se nos pase el arroz, y es que antes la gente se casaba antes, porque la vida iba con diferente ritmo. Yo simplemente pienso que antes estaban más obligados a casarse, porque eso de independizarte e irte a vivir con tu novio, pues la verdad es que estaba mal visto. Y es que ahora ya no nos casamos por obligación, sino que nos casamos por vivir un día especial con la gente a la que queremos y a los que no queremos tanto, pero tienen que estar…jejejeje
Y es que si lo analizas desde fuera y fríamente, la verdad es que preparar una boda debe ser un curro muy duro y que luego en muy pocas horas se termina. Cuando quieres darte cuenta ya estás diciéndole al camarero que por favor te de la última copa aunque la barra libre se haya terminado y lo único que consigas es una botella de agua…hablando con amigas que ya se han casado, la mayoría asegura que si tuviera que volver a organizar otra boda, se cogería un avión y se iría a Honolulu. Y es que no solo es lo que tú quieras, tienes que contar con los gustos de otra persona, que también se casa (por favor no os olvidéis que los hombres también se casan, porque en la última boda a la que he asistido el pobre novio a las 6 de la mañana cuando escuchói el primer: novio guapo!! Dijo:“Ya era hora que alguien se acordara de mí, desde las 8 de la tarde no hago más que escuchar: viva la novia o qué guapa va la novia” así que por favor no os olvidéis de él), muchas veces también tienes que atender las peticiones de los padres. Y son 4! Y cada uno diferente, así que sí debe ser complicado, porque aunque una boda sea cosa de 2 en la práctica, también tienes que dejar que los padres disfruten y organicen a su gusto algo.
A mí la verdad es que las bodas me gustan. Algunas más que otras. Pero en general me gusta a acompañar a alguien importante en un día tan especial. A las novias se las ve tan guapas, tan contentas, que dan envidia. Y lo que más me gusta es ver la cara del novio cuando entra la novia al jardín o iglesia, cuando la ve vestida de novia por primera vez. Siempre piensas, que ojalá y siempre se miraran así. Ay.. ya me estoy poniendo romántica…y es que en el fondo las bodas son un acto de amor, o deberían ser eso, dejando atrás los regalos, o los videos que queremos que nos hagan diciéndonos lo maravillosos que somos: vamos a ver, por muy mal bicho que seas, en tu boda tus amigos no te lo van a decir, no son objetivos! Vamos que desde aquí reivindico el romanticismo en las bodas! Menos egolatrismo y más romanticismo!!
Ay! Las bodas... El otro día me decían "estáis en la edad de las bodas". Y la verdad es que sí. Desde luego no la mía, pero unas dos por año caen fijo. El año pasado ya tuve tres, y por suerte o por desgracia dos el mismo día y en dos ciudades distintas... Imposible dividirme. Y este año aún no he ido a ninguna, pero tengo dos. Y para el próximo año otras dos!!
La verdad es que sí me gusta ir a las bodas! La gente está de buen rollo, hay bebida y comida, baile, pero sobre todo bebida. A la primera boda que fui el año pasado no estaba sola, iba con mis mosqueteras Mina y Lina, y algunas más, y vinito por aquí vinito por allí acabamos queriendo a todo el mundo. O sólo fui yo?? Lo que sí recuerdo es que encima de la mesa había una cámara de fotos desechables y nunca vimos esas fotos... Lo que saldrá de allí... Pero esa noche pasaron cantidad de cosas. Bueno, en realidad en el fin de semana. La verdad es que eso de que las bodas sean fuera de tu ciudad te dan la oportunidad de ir de turismo, así que la noche anterior a la boda nos fuimos de expedición. Y a la mañana siguiente un poco de turismo. Y mientras paseábamos por el centro vimos un cartel de una peluquería que tenía ofertas para menores de 30. Y allá que fuimos a ponernos monas! Este año ya no podríamos acogernos a esas ofertas... Dichosos 30! Pero no nos lamentemos, que en esto de la edad ya no hay vuelta atrás. Mejor recordar los días de las bodas de tus amigas, en los que ellas son muy felices, y nosotros nos lo pasamos como los indios!!
Que ya no ponen copas en la barra libre, pues pides botellas de agua. Luego la bolsa al subir al autobús se rompe y las botellas acaban rodando monte abajo... Jajaja! Pero todo esto viene después de bailar a lo LMFAO o sevillanas a lo "cojo una manzana, miro el gusanillo..." caídas (no estamos hechas para tacones) y golpes tontos (quién ha puesto esta puerta aquí??), cantar a pleno pulmón hasta quedarnos sin voz.
Repasando las bodas a las que he ido... Dónde estaban los novios?? Me estoy dando cuenta de que los he visto muy poco... Las fotos y poco más... Qué rollo ser novio/a en una boda. Al principio sí te miran mucho y tal, pero luego?!?! Luego llega el vinito y nos olvidamos de los novios!! Y los pobres venga a dar besos a la gente, y venga a posar para las fotos y nosotros mientras tanto nos venimos arriba: "a esta ronda invito yo!"
Vamos que después del marrón que es preparar una boda, desde las invitaciones, hasta las flores del centro de las mesas... Luego pa'qué?
Lo que sí es fundamental en una boda es el critiqueo. Si vas de parte de la novia criticas a las amigas del novio. Si vas de parte del novio criticas a las amigas de la novia, y si vas de parte de los dos... Algún objetivo te buscas. Porque en esto del critiqueo, a los españoles no hay quien nos gane. Que si esa es una estirada, que si a esa el vestido le pinga de alante, que si se ha hecho un peinado que parece la vieja del visillo... Comentarios típicos. Ahora, nosotras íbamos moníííísimas de la muerte!!! Las más guapas después de la novia. Que para eso nos hemos pasado medio verano buscando vestidos, y se nos ha quedadotipín de recorrernos todas las zapaterias del mundo mundial para encontrar un zapato bonito, que me vaya con el color del vestido, y con el bolso, y que no tenga mucho tacón, y que pueda aprovechar para más eventos (cuando sé sobradamente que no los usaré más veces). Y es que si encontrar un vestido de novia no es fácil, uno de invitada tampoco!! Si la boda es por la mañana buscamos un vestido corto, si es de tarde pues uno largo. Pero... Voy muy mal con el vestido corto que me puse para la boda de fulanita?? Lo que sea por no tener que buscar más vestidos!! Cuando en el fondo estamos deseando encontrar uno nuevo que nos apasione y que despues de ver ese no queramos ponernos ningun otro. Y es que eso es así con un vestido para una boda o con un pijama de franela. Como lo hayamos visto y nos haya gustado ya no vas a pensar en nada más que eso y en cómo te quedaría con tal complemento y que te quedaría genial para no se qué evento... (Bueno, el pijama de franela no).
Ya sé que me he ido un poco del tema boda, que parece que esté hablando más de las rebajas, pero no quería dejar de hablar de las despedidas, el evento previo a la boda. Esto ha ido desvariando un poco y lo que era una fiesta con amigos antes de casarte se ha convertido en un desfase lleno de putadillas que si eres el que te casas tendrás que aguantar sin rechistar. Y siempre fuera de tu ciudad de origen y en zona costera a poder ser. Bueno, Salamanca también es una buena opción. Por aquí he visto de todo. Una despedida conjunta en la que ella iba disfrazada de rana y él de princesa. Una panda de superhéroes, gladiadores, luchadores de shumo. Pero sin duda el que más gracia me hizo fue uno al que le habían escayolado los brazos y le habían puesto unas pancartas en plan "hombre anuncio" donde tenía que recoger firmas para que le quitasen las escayolas. Y allí que estaba el pobre, en la plaza mayor buscando a gente que le firmase las pancartas. Pero también he visto gambas, plátanos, sevillanas... Y otra que me hizo mucha gracia en Granada es que llevaban a la novia montada en un burro. Tooooodo el día montada en el burro, que pobre novia y pobre burro, pero claro, no podía entrar en ningún garito, el burro no era mayor de edad... Jajaja!!
Y tengo que lanzar esta pregunta al aire, por qué en las bodas se llama "novios" a los que precisamente ese día dejan de serlo para convertirse en marido y mujer o esposa y esposo??? Es una incoherencia total, no?
Las
bodas despiertan todo tipo de sentimientos encontrados, al menos en mí, pero
de momento sólo he asistido a ellas como invitada, nunca como la protagonista,
jejejeje. Supongo que en los contrayentes aún más, y de otra índole…
Durante
mi niñez acudí a muy pocas bodas, tan pocas como a tres, y todas familiares, pero
tengo leves y buenos recuerdo de ellas. Y de aquella no me preocupaba nada, ni
qué iba a llevar, porque ya me tenía mi madre preparado lo que creyese
pertinente y no había réplica posible, ni si iba a repetir modelo con otra
invitada, ni cómo iba la novia, ni la madre de la novia, ni siquiera si me
quedaba con hambre. Me preocupaba coger un buen puesto en la puerta al salir de
la ceremonia para tirar arroz como loca, y el poder bailar después como los
mayores, hasta que por lo menos fuese de noche, jejjejee
Después
nada, pasaron un montón de años y no me cuadraba que nadie de mi entorno se
casase, ni primos, ni tíos, ni vecinos, ni ná… casi me olvidé de lo que era una
boda. Pero como las etapas de la vida van en bucle, llegó el momento de que los
eran algo menos jóvenes que yo, empezasen de nuevo a casarse. Y así me cayeron
un par de ellas de primos y amigos de la familia y volví a recordar lo
divertido que era una boda, y lo bonito que es pillarse una buena castaña en
familia!!! Y lo mejor de todo, las bodas familiares corren a cargo de tus
padres, así que viva el vino!!
Siguieron
pasando años, no muchos ya, y de repente llegó el shock, te llama una de tus
amigas y te dice que se casa. Y tú no te lo crees, porque vamos a ver, si sois
unas tenegeers todavía, dónde va??!!
Pero no, ya no sois unas niñas y se casa de verdad de la buena, y tú estás
invitada (cosa que es de agradecer siempre, otro cantar será si puedes
permitirte luego ir a la boda o no…)!!! Y entonces la fundes por teléfono a
preguntas, cómo ha sido, por qué, quién
más está invitado, cómo hay que ir, sitio, dónde buscar alojamiento si eres de
fuera, si ya tiene el vestido, qué quiere de regalo, dónde su luna de miel, qué
vamos a comer, etc… etc… y la pobre novia, que ya bastante estrés debe tener,
se queda un poco más estresada todavía… Y es que preparar una boda es toda una
hazaña, porque todo son problemas, y si la gente además está por no colaborar
(tú familia quiere unas cosas, la familia del otro quiere otras, que si yo no
voy con chaqué, que si me dicen que les gustaría que se fuese de largo y voy de
corto que parece que lo hago por fastidiar, que dos días antes te digo que no
voy o que al final somos dos, que a mí con esa en la misma mesa no me sientas),
son algunos de los infinitos ejemplos que pueden encontrarse.
Y
entonces para ti como invitada, también comienza una especie de proyecto, que
culminará el día después de la boda pertinente. Primero hay que comentar la
jugada con todo tu entorno, madre, hermana, prima, amigas... y posteriormente
con el resto de invitadas, si es que conoces a más amigos o familiares que
vayan. Y después de comentar y comentar la noticia, y hacerte todo tipo de
conjeturas sobre el evento, cuando ya te quedas sola contigo misma, afloran los
pensamientos profundos… analizas, y por decirlo finamente, qué te parece la
pareja como pareja, si te parece que pueden durar, si su situación te parece
óptima para casarse, si tendrán niños o no o qué, si él (en este caso, porque
me ha coincidido que en todas las bodas, la que era mi amiga era ella, y es la
parte que a una le importa principalmente) está bien o menos bien físicamente,
si la hará feliz, si es buen partido, si será un sinvergüenza y se la acabará
preparando en un futuro más o menos cercano… y así un sinfín, jejejeje
Y
claro, finalmente acabas comparando tu situación con la de los contrayentes, y
piensas que tu vida está patas arriba y no tiene pinta de mejorar…, y hala! los
demás casándose y teniendo niños… y tú? Ni siquiera tienes acompañante para no
ir sola, porque el capullo con el que
estás liada, parece que no está por la labor, no vaya a ser que se le pegue
algo… Pues pasas unos momentos como mínimo entre depresión y envidia, para qué
nos vamos a engañar. Con lo bonito que tiene que ser que alguien tenga un par,
para primero, pedirte que te cases con él, con el pedazo de riesgo que corre
puesto que le puedes decir que no… segundo, planear el momento “pedida” perfecto, y tercero y más
importante, que se planteé, que de todas las opciones posibles de mujeres que
puedan existir, la que más le convence eres tú, y aunque no para siempre, que
ya se sabe con los tiempos que corren…, sí para largo. Hay madre qué cosa más
bonita y más halagadora y más…!!! Agobiante, porque madre mía media vida o
entera ya con la misma persona, y con las manías y defectos que ya tiene que no
van a mejorar sino todo lo contrario, y su aspecto que tampoco, y la rutina, y
los niños, y la familia… la tuya y la suya, etc… y si acabáis mal…? Pa´ qué
contarte…
Y
entonces te vienes arriba porque piensas que tú en realidad estás
estupendísimamente sin casarte, vamos, eres una afortunada, jejejeje!!! Y
menudo rollo un año entero para preparar cienmil millones de cosas pa´ un ratín
de nada… que es al final lo que dura este evento… y encima dicen que si eres
contrayente los nervios y el tener que estar con todo el mundo que no das
abasto, hacen que se te pase volando y ni te enteres ni lo disfrutes… pues vaya
chollo!
Y como
invitada muchas veces también te estresa. Si la boda es fuera de tu hábitat, buscar alojamiento bueno,
bonito y barato, organizarte el viaje, hacerte con el modelazo (también todo lo bueno, bonito y barato que se pueda), o
sea, vestido de no repetir con otra asistente, zapatos, bolso, alguna prenda
para abrigarte, joyas, peinado que implica mayormente peluquería, hasta la ropa
interior óptima (porque dependiendo del vestido este tema es telita marinera…)…es
mucho trabajo… y luego para rematar, organizar el regalo si es entre varios y
por supuesto, la madre de todas las jodiendas, organizar la despedida de
soltera pertinente en la que a poder ser, las asistentes no acaben de los pelos
y el plan medio satisfaga a todo el mundo, además de que cuadre la fecha y el
coste se lo puedan permitir (porque este tema es peliagudo)… y me callo ya con
esto porque es un tema por sí mismo para otro post!!
Pero
luego en realidad, nada de esto importa porque una vez llegado el día, allí vas
a darlo todo, turismo, comer a reventar, y beber mejor, bailar hasta caer (eso
se me da fenomenal), juntarte con los amigos sobre todo, que si hace tiempo no
ves para qué queremos más, y soltar alguna que otra lagrimilla en los momentos
emotivos, y porque al final vas divina de la muerte y puede que hasta logres lo
de “de una boda sale otra”. Y por
último encomendarte a lo que sea para soportar el resacón y el viaje de vuelta
al día siguiente (que siempre con un poco de critiqueo, de ver fotos y de
comentar las jugadas del día anterior
se hace mucho más llevadero)… pero ya os he dicho que aún así merece la pena.
Ir a
bodas puede resultar incluso útil para ti, pues en todas ellas ves y valoras
cosas que te han encantado, cosas que no están mal, y cosas que no te han
gustado nadita, y así, en el hipotetiquísimo caso de que te acabes casando
algún día, puedes coger mucha inspiración y aprender de los errores de las
demás, que no quita que tú luego cometas los tuyos, jejeje pero yo creo que
nunca tendré el dinero suficiente para organizar la boda que a mí me encantaría…
una lástima… aunque primero tendría que encontrar al “con quién” que me merezca
la pena pasar por todo esto y que acepte (porque a este paso muchas mujeres vamos
a tener que empezar a pedírselo a ellos), no? Y por supuesto hay personas que
me gustaría que estuviesen ese día tan especial conmigo y será imposible, y me
dará muchísima pena y me acordaría muchísimo de ellas…
Lo que
he aprendido en este tiempo, es que, si
se supone que para la persona que se casa, es el día más especial de su vida,
hay que respetarlo y por tanto, debes acudir a la boda con la mejor aptitud posible,
a pesar de cualquier situación personal que puedas tener o situación incómoda que
allí te puedas encontrar, y si te dicen que tienes que ir vestido de cebra,
pues te aguantas y vas así, y si no, mejor no vayas, aunque en tu conciencia
quedará! Y por favor, hay que poner siempre autobús de ida y recogida, para que los invitados no tengan que llevar el coche al convite, y así te ahorres disgustos y lo puedas beber y bailar todo!
Este próximo sábado tengo una boda muy
especial ya que se re-casa (bodas de
plata pero con bodorrio de iglesia y vestido con cola) la chica que nos cuidó a
mi hermana y a mi más de media vida, y como ya hice hace 25 años, volveré a
entrar con ella llevándole las arras, e imagino que esta vez no entraré medio
bailando, riéndome y saludando a todo el mundo, más bien sonriendo mientras
aguanto la lagrimilla y con mucho cuidado de no matarme con los tacones, porque
es lo que tiene, que las cosas no se viven ni se sienten igual con 5 años, que
con mis nuevos 20…
Pues todas estas cosillas van dando ideas, ahora que en los nuevos 20 dicen que estamos en la "edad de las bodas". Pues que se prepare la siguiente casamentera!!