Tengo
una amiga que dice que tener 30 es muy hipster.
Y yo que confió mucho en ella, que de esto sabe, pues pensé “mola!! Soy hipster” aun sin tener muy
claro qué significaba eso. Y por casualidades de la vida, a los pocos días me
llegó por whatsapp este test
Y para
mi sorpresa me salió “PUEDE SER… QUE NO ERES HIPSTER”. Y se me cayó el alma a
los pies…

Busqué
en Google “como ser hipster” y de entre los miles de resultados encontrados saqué
las siguientes conclusiones:
Pintarse
los labios de rojo, y las uñas también
Peinarse
con un moño alto revuelto, de esos que ve una madre y te dice que te vayas a
peinar
Dejarse
bigote, o barba… mejor me busco un complemento
Gafa
pasta. Y no vale cualquiera. En el manual
(HIPSTERS, un manual ilustrado) de Jorge Pinto (@SRPINTO) viene muy bien explicado
Mi
mascota tiene q ser un perro. Menos mal porque si me llegan a decir que es una
serpiente… Pero también hay que ser muy amante de los gatos, así que salí a
comprar alguna prenda de estampado gatuno
Música
independiente: Sí
Cine
independiente: Sí
Vida
sana, que no culto al cuerpo: Sí
Cupcakes
y cafés en bares con encanto/solera: Sí
Pasar todas las fotos por algún filtro de Instagram: Sí
Tatuaje
de una golondrina, un infinito, una cruz o una cita célebre, en la nuca, en la
muñeca, entre los dedos de la mano: No
Parece
que lo tengo casi todo… YUHUUUUU!!!!
Y ahora
que ya estaba lista para salir de casa y comerme el mundo como Tina, la nueva
hipster del barrio… me miré en el espejo y pensé… dónde vas así, es carnaval?!?!?!
Parecía
una de esas mujeres de más de 50, con tipazo, eso sí, pero más de 50, que se
visten como quinceañeras y se creen que van rompedoras, pero en realidad
parecen putillas. Pues así me sentía yo… no como una putilla, sino como una
mujer que quiere aparentar ser una teenager. Y la verdad es que no me sentí
cómoda. Así que volví a cambiarme a ponerme mi camiseta básica, mi foulard,
peiné mi melena, me quité el rojo de los labios, las gafas sin graduar y el
resto de complementos varios y volví a mirarme al espejo. Entonces sí, era yo. La
chica de 30, con su look de 30, con sus aficiones de 30…
Y me di
cuenta de que los 30 puede que sean hipster, o no. Pero yo soy yo, y ser uno
mismo sí que es mainstream.
Y ahora
que me he venido arriba puedo decir
Qué
vivan los 30!!
Tina.
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