viernes, 17 de enero de 2014

El peor regalo de Reyes...


Ya estamos de lleno en el 2014. Y supongo que al igual que Lina, Tina y la mayoría de los españoles, tras sobrevivir a las cenas previas a navidad, Nochebuena, Navidad, fin de semana, pasado Fin de Año y Año Nuevo, otro fin de semana con Reyes para rematar… Y todo eso con las correspondientes prisas, compras, aglomeraciones, batiburrillo de gente con la que quedar, a la que llamar, ruta de belenes que ver, comer y comer, beber y beber, no dormir y no aprovechar ni una tarde para ponerse al día con los estudios varios y asuntos pendientes… pensé que la paz y la rutina no llegaría nunca… entre resaca y resaca como que lo echaba de menos, aunque a la semana, ya la estoy echando de más…

Y es que cuando ya pasa todo se me queda un poco de vacío raro, de presión por conseguir y llevar a cabo los nuevos propósitos (y pensar: “pero esta vez lo hago bien de verdad, éste va a ser mi año!!” Y luego temer que te paso lo de los veintitantos anteriores, jejejeje… De hecho, no sé si también os pasa a vosotros, pero a mí no me empieza el año nuevo hasta el día después de Reyes, cuando cada uno vuelve al tajo y las luces se apagan y desaparecen… y yo echo otra tarde en quitar, recoger y guardar de nuevo, todos los adornos en el trastero, esperando las siguientes Navidades… Me es un poco triste la verdad, pero supongo que necesario, jejejeje!

Y es que la Navidad me requeteencanta!!! Pero me deja agotada al final… En un principio me agobia, incluso un par de semanas antes… porque pienso que ya está ahí y hay mil cosas por hacer y comprar. Tengo que hacer el calendario de cenas y eventos, y no me llegan los días…, me tengo que ir al trastero y bajar en varios tiempos las cajas de decoración y ponerme unas cuantas horas con ello, vamos, literalmente montar el belén, el árbol y todo lo demás. Pienso que tengo q ponerme al día con un montón de cosas que llevo atrasadas y por las tardes al no tener clases, podría aprovechar pero antes de que lleguen ya tengo remordimientos porque sé que no voy a hacer nada, salvo andar todo el día por ahí pasándolo fenomenal, qué se le va a hacer… y todos los años pienso: “el año que viene antes de Navidad lo tengo ya todo organizado, bla, bla, bla…” y un año más la cosa sale igual… jejejjeje Pero es una época muy guay, entrañable, divertida, feliz, mágica, y también estresante, irritante, frustrante, triste, melancólica… vamos que en unos días tu estado de ánimo sufre lo que yo llamo “un completo”. Perfecto para terminar y comenzar un ciclo.

Y si echo la vista atrás, desde que era pequeña, mis Navidades y cambios de año han tenido siempre estos ingredientes, con las actividades un poco diferentes dependiendo de mi edad, pero las mismas bases. Y sigo sin entender mucho cómo no le encantan a todo el mundo…

Lo que me sigue trayendo quebraderos de cabeza siguen siendo los Reyes Magos. Si, si… esos tres, siempre me tienen “contenta”… desde bien pequeña… Todo empezó desde que tengo uso de razón, y cada vez que quería algo genial y maravilloso, mis padres me decían que se lo pidiese a los Reyes… y siempre faltaba demasiado tiempo para su visita, qué casualidad! Y qué pasaba cuando los Reyes llegaban por fin? Pues que no sé por qué motivo, muy mala caligrafía debía de tener yo, porque me traían alguna cosa de la lista, y el resto, lo que les daba la puñetera gana… y nunca eran cosas más divertidas y geniales que las que yo había pedido. Otras veces, me traían algo, dejándome una nota en la que me obligaban a compartirlo con mi hermana (genial también…) o hacían la gracia de, primeramente, traerme carbón y después de mi sufrimiento inicial… aparecían los regalos, lo cual tampoco era divertido. Para colmo, cada vez que pasábamos por delante de una pintada que había en un muro del parque y que ponía: “Los Reyes Magos son los padres. Fdo.Anarquía” (menudos hijos de… los que lo escribieron), mi padre, que es un gran pedagogo, se dedicaba a decirnos: “leed, leed bien y aprendéroslo...” (hay que ser…) Y claro, atando cabos, no tardamos muchos años en descubrir el pastel… y al carajo la ilusión y los nervios de la noche de Reyes!

Para vengarnos, el año que mi hermana y yo tuvimos clarisísimo que habíamos descubierto el gran secreto, urdimos un plan para la noche de Reyes. Mis padres se iban de cena-baile con sus amigos al casino, y nos dejaban cenadas y viendo un par de películas y con la orden de acostarnos medio pronto… Así que ese año, esperamos un rato a que se marchasen y decidimos seguir con la tradición de dejar la zapatilla debajo del árbol, pero esta vez a lo grande. Sacamos absolutamente todos los zapatos y derivados que encontramos por casa de los cuatro, y llenamos todo el salón y el pasillo de zapatos!! No pude ver el careto que se les tuvo que quedar a mis padres cuando llegaron a las tantas medio piripis y vieron aquello. A la mañana siguiente cuando nos levantamos para abrir los regalos estaban todos recogidos y guardados, pero mis padres muy contentos no estaban, jejejeje A partir de entonces, como ya no había que guardar las apariencias con los regalos nos caían cosas mucho más útiles y necesarias, que se acordaban durante los dos meses previos tras tensos debates entre mi hermana, mi madre y yo. Y también se decidió, que era mucho mejor regalar según qué cosas para Papá Nöel, porque así teníamos días de vacaciones para poder jugar más y mejor, porque lo del día de Reyes mira que es mala fecha si lo piensas con lógica…

Últimamente, con estas edades tan adultas que ya tenemos todos en la familia, la logística que se sigue para simplificar el follón de los regalos Navideños es la siguiente; unos días antes de Navidad cada uno hace una lista de regalos (yo la mía la voy haciendo sobre la marcha a lo largo del año, jejeje) y de ahí se intenta encontrar y regalar lo que corresponda, y además se pone un dinero común para pagarlos. Se trata así de acertar y agradar a los regalados (porque sino, te cae otro pijama cuando tú te habías comprado uno la semana anterior monísimo) y simplificar la comedura de cabeza de los regalantes. Aún con esas, siempre hay fallos… como la típica gracia de no encontrar precisamente el ticket de algo que se quiere cambiar o devolver, o pedir ticket-regalo con el que luego no te devuelven el dinero, o hacer un “vale por…” porque el regalo no llega a tiempo, jejejeje

Cierto es que desde que supe el gran secreto, las Navidades no volvieron a ser lo mismo, pero últimamente yo me he empeñado en recuperar mi ilusión, y allí que voy yo el día 5 de Enero a la cabalgata (que por cierto, la de este año era de crisis profunda, carrozas súper cutres con caramelos como piedras para matar a los niños) casi tan contenta como si me hubiese tocado la lotería el 22. Me encanta ver la calle atiborrada de niños, voces, caramelos, confeti… Y la cena de amigos que suele ser esa noche ni te cuento, y finalmente levantarme medio pronto… 13h del mediodía, ver el árbol abarrotadito de regalos para todos y abrirlos… a pesar del resultado final de la cara del regalado, mola mogollón!!!

Y todo este rollo que os he soltado viene a colación de lo siguiente. Por casualidad me topé con éste post, y qué queréis que os diga… creo que al final yo no salí tan mal parada. Madre mía qué horror de cosas, porque no se pueden considerar ni juguetes!! Pero echad una ojeada vosotr@s mism@s: http://unamadremolona.com/2013/09/16/top-los-30-peores-juguetes-de-la-historia/
En estos casos más valdría que no te regalasen nada!

 
Pasados unos días me encontré con que a un amigo le había regalado lo siguiente:

 




Y supongo que si no lo conocíais al igual que me pasó a mí, no sabréis qué es ni para qué sirve. Yo pensé que era un espermatozoide gigante de adorno, y que la placa oscura era solar y que serviría para cargar los smartphones o algo así. Gracioso pero menudo trasto… Pero no, busqué en google qué carallo era un Otamatone (que era lo que ponía en la foto) y me quede a cuadros con el resultado.
 
Se trata de un nuevo instrumento musical japonés, que a mí me ha parecido horrible y friki a más no poder… Pobre vecinos!!! Para que os hagáis vuestra opinión aquí os dejo un par de vídeos ilustrativos:

 
 

Os ha encantado, verdad?? Bueno pues si verdaderamente a alguien le ha molado, aquí os dejo la propia página del invento para que os documentéis bien:  http://www.otamatone.com/category/history/

Y aquí en España ya se puede comprar en algunos sitios como en Curiosite, o pedirlo por Amazon o en la propia página, etc…, por el módico precio de 30 euros, lo cual me parece una bonita manera de tirar el dinero, pero seguramente alguien piense que no, y esto se acabe poniendo de moda.

Vamos que prefiero que me traigan el pijama, las bragas, los calcetines y hasta los juegos y libros de inglés que de pequeña no me hacían ni medio gracia, antes que ésto… Lo bueno que tengo ahora, es que a mis ventitodos, tengo potestad para hacerme autoregalos!! Y con esos no hay fallo, jejejeje y por si fuera poco, llegan las rebajas (de las cuales no os voy a hablar porque ya os di hace meses unas clases), y ahí sí que arreglas cualquier mal regalo previo, jejejeje
Y ha vosotr@s qué os han traído los Reyes Magos???

No hay comentarios:

Publicar un comentario